La Plaza de Toros Real de San Carlos fue inaugurada en el año 1910. Supo tener galas de lujo con espectáculos de toreros famosos de España y espectadores provenientes en su mayoría de Buenos Aires.

Su auge duró poco, ya que cerró apenas dos años después, luego de que Uruguay prohibiera definitivamente las corridas de toros.
Con una arquitectura de estilo moro típico de la península Ibérica, la Plaza de Toros se erige soberbia, mostrando la unión de la arquitectura musulmana con la occidental.
«Los visionarios no conocen de fronteras»

SU HISTORIA
A principio del siglo XX, el empresario austrohúngaro y naturalizado argentino Nicolás Mihanovich desembarcó en Colonia. Quedó encantado con el paisaje costero de Real de San Carlos.
Como buen visionario, buscó darle forma lucrativa a su sueño de convertir la pintoresca zona en un emporio comercial, aprovechando la cercanía del lugar con Buenos Aires.
De esta forma, no solo construyó una Plaza de Toros para 10 mil espectadores sino también un hotel casino, la cancha de frontón éuscaro más grande de Sudamérica, un muelle y un tren para el traslado de los huéspedes.
Todo fue diseñado para brindar gran lujo a los visitantes. Fue por esto que, gracias a una usina propia, se logró tener luz allí antes que el resto del pueblo.

Las corridas de toro estaban prohibidas en Argentina, por lo que Mihanovich apostaba a que aquí fueran la atracción principal. Y no se equivocó, ya que había un público de la vecina orilla dispuesto a hacer viajes hasta nuestras costas para poder seguir disfrutando de este divertimento.
Durante el tiempo que la Plaza funcionó, se realizaron 32 corridas en total.

Si bien las corridas en donde se mataba al toro estaban prohibidas en Uruguay desde el año 1890, la ley sí permitía que se hicieran falsas corridas llamadas “Ferias de Sevilla”, en las que el toro estaba protegido y no se lo podía matar.
Esta fiesta atraía a las familias más adineradas y de la alta sociedad que llegaban en buques de vapor, tanto de Buenos Aires como de Montevideo. El barco los dejaba a pocas cuadras de la Plaza de Toros y desde allí eran trasladados en carretas.
Sin embargo, aunque las corridas eran verdaderas fiestas populares, también se hacía cada vez más grande el reclamo de los protectores de animales que pedían su prohibición.

CAÍDA DE UN IMPERIO
En el año 1912, apenas dos años después de inaugurada la Plaza de Toros, el presidente José Batlle prohibió los juegos con animales en todo el país, incluyendo riñas de gallos y corrida de toros. Por esta razón, la Plaza de Toros debió cerrar sus puertas.
Mihanovich se vio afectado con esta normativa, ya que gran parte de su capital lo había generado gracias al negocio del tránsito de pasajeros en el río De la Plata y Uruguay.
Durante un par de años mantuvo el negocio con la actividad del hotel casino y con el frontón. Pero para desgracia de Mihanovich, en el año 1923 Argentina aplica un impuesto para quienes viajen a lugares cercanos con hotel casino en su destino. Por lo que la mayoría de visitantes argentinos deja de venir.
Fue así como todo el imperio de Mihanovich comenzó a desmoronarse.
Luego de cerrar sus puertas, la Plaza de Toros entró en un estado de abandono.
En el año 1943 la Intendencia de Colonia pasa a hacerse cargo de todas las construcciones del establecimiento de Real de San Carlos, comenzando allí su período de destrucción, llegando en los últimos años al peligro de derrumbe.

REESTRUCTURA DEL LUGAR
Las gradas eran la parte más derruida del lugar, que se encontraban al borde del colapso.
Al hacer la reestructura, una parte de ellas se dejó a nuevo, mientras que la otra se mantuvo como una ruina consolidada.
El objetivo de esto fue generar reflexión y dar valor a lo patrimonial, y poder apreciar el contraste entre cómo llega a quedar una ruina gracias al abandono, en comparación con lo rehabilitado completamente a nuevo.

EN LA ACTUALIDAD
En el año 2021 la Plaza de Toros fue reinaugurada.
Actualmente tiene un aforo total para 4.200 personas. Está formada por 20 gradas concéntricas y una grada techada a modo de palco.

Todo esto sobre una base estructural de pórticos de hierro, ensamblada sobre un armazón traído de Alemania, con gran similitud a las antiguas estaciones ferroviarias inglesas.



Totalmente renovada, la Plaza de Toros es un lugar en donde se realizan espectáculos de grandes artistas de la talla de Plácido Domingo, que en los últimos meses deslumbró con su lírica.
No solo se pueden disfrutar de shows musicales, sino también de un espacio con variados locales gastronómicos.



También el lugar ofrece una sala multiespacio, que cumple muy bien sus funciones para eventos varios y conferencias.
Las visitas guiadas son de miércoles a domingo y se realizan cada una hora. También se hacen visitas nocturnas.
El costo de las entradas es de $150 (recorrido libre), $250 (con guía de 40 min. aprox.) y $1800 (ingreso nocturno con cena incluida).
Esta última, recomendable para cena romántica en el local de vinos 🙂

La entrada se puede comprar previamente o en la puerta al momento de ingresar.

La Plaza de Toros fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Está ubicada en Real de San Carlos, departamento de Colonia, a unos 5 km. del casco antiguo (ver ubicación)
