Quienes me conocen bien saben cuánto amo ese lugar. Sin duda alguna, Villa Serrana es mi rinconcito preferido en el mundo. Probablemente porque ahí, además de encontrar mucha paz, también fui muy feliz.
Lugar ideal para quienes buscan alejarse de la contaminación sonora, rodearse de naturaleza y encontrarse con cielos nocturnos dignos de admiración.
Para los locos por la fotografía como yo, ir a Villa Serrana es pasarse horas enteras mirando un cielo estrellado que parece no tener fin.

UBICACIÓN
Se encuentra ubicado en el departamento de Lavalleja, a unos 26 km de Minas (capital de ese departamento).
Con apenas un puñado de habitantes, este pueblito escondido entre las sierras nació de la imaginación del arquitecto Julio Vilamajó, que a la hora de diseñar la construcción cuidó todos los detalles paisajísticos. Enriqueció el entorno introduciendo especies autóctonas de árboles y varias especies de aves, reptiles y mamíferos.
El lugar tiene sinuosas callecitas, rodeadas de un entorno muy verde y constantes cantos de pájaros.

Este lugar es ideal para quienes quieran sentir a pleno la naturaleza, teniendo preciosas vistas de los cerros que rodean todo el lugar. Es impagable ver el paisaje desde cualquiera de las casas en las que uno se pueda hospedar.


Pude pasar un fin de año en ese lugar, y tengo que admitir que fue una de las experiencias más lindas que viví. Ya que, por protección forestal, en ese lugar están totalmente prohibidos los fuegos artificiales y cualquier clase de pirotecnia.
Por lo que, la hora del cambio de año se vivió en completo silencio, con sonidos de grillos y de leña quemándose en un fogón de piedra para un asado 🙂
Quizás para la gente del campo esto es lo habitual, pero para citadinos, experimentar un fin de año en completa paz fue la cosa más extraña del mundo.
Y maravillosa ♥
ACTIVIDADES
En la parte central del pueblo se encuentra la represa, con un parque que es el lugar elegido para caminatas, tardes de mate o tomar solcito a orillas del lago. También se puede andar a caballo por toda la zona.



A poca distancia hay un observatorio astronómico, en donde se ve impresionante la vía láctea.
A pocos kilómetros está el Parque Salto del Penitente, donde se puede escalar y hacer tirolesa. Y en el Valle del Hilo de la Vida se puede hacer senderismo.

OTROS SERVICIOS
El Ventorrillo de la Buena Vista es un restaurant muy conocido de esa zona, en el cual se puede comer muy bien.
También está el almacén del señor Andrés, vecino de años de ese lugar y que todo el mundo conoce. Como tipica almacén de pueblo, tiene todo lo que precises.
Pero lo que destaca es la cordialidad de él y de su señora para dar información, orientar al que recién llega al lugar y llevarte en su camioneta si es necesario hasta la casa que alquilaste, porque no sabés bien como llegar, ya que las calles carecen de nombre 😀
EN LA ACTUALIDAD
Hasta el momento, el pueblo se mantiene aún con mucha paz.
Sin embargo (y lamentablemente), han llegado al lugar empresas constructoras de casas livianas como ser domos y cabañas para negocio de alquileres, que de a poco van rompiendo la armonía natural del lugar.
Los paisajes de sierras agrestes, muy lentamente se van llenando de nuevas construcciones que cortan bastante la visual.
HOSPEDAJE
Actualmente, hay una sola inmobiliaria que prácticamente monopolizó toda el área, y es la que se encarga de alquilar casi todas las casas del lugar. También tienen un complejo de cabañas. Se puede entrar a su sitio web para ver el listado de casas que ofrecen con sus respectivas comodidades.


Recomiendo ir en invierno. Casi todas las casas tienen espectaculares estufas de piedra, por lo que termina siendo un buen plan pasar algunos días frente a una linda chimenea con una copa de vino.

COMO LLEGAR
Se llega por la ruta 8 y la entrada está en el kilómetro 145. Luego, la entrada al pueblo es de aprox. 5 km.
A tener en cuenta:
Si vas sin auto, podés tomar buses que salen desde terminal Tres Cruces en Montevideo y ellos te dejan en la ruta. Y después, la entrada al pueblo se puede coordinar previamente con cualquiera de los transportistas que viven allí. Ellos te van a buscar a la ruta a la hora pautada
